Flora y Vegetación






El paisaje vegetal de la zona está caracterizado por la dominancia de pino laricio (Pinus nigra), pino carrasco (Pinus halepensis) y pino silvestre (Pinus sylvestris). En las zonas más escarpadas y de roca abundante aparecen el encinar de carrasca (Quercus ilex ssp. rotundifolia), el coscojar (Quercus coccífera) y el sabinar fundamentalmente de sabina negral (Juniperus phoenicea) y en algunas laderas húmedas y con suelo edáficamente rico de la parte alta del río Guadalope aparecen algunos bosquetes de quejigo (Quercus faginea) mezclado con arces (Acer sp.) y avellanos (Corylus avellana).

En general se puede decir que la vegetación natural de esta área corresponde al Reino Holoártico, mezclándose en función de la latitud, la orientación, la riqueza edáfica y la mayor o menor disponibilidad de agua especies características de la Región Mediterránea y de la Eurosiberiana.

Las agrupaciones que ocupan mayor superficie son el pinar de laricio y el de carrasco, quedando reducido el pinar de silvestre a las cotas más altas, existiendo masas mezcladas en las zonas de transición o en determinadas posiciones cuyas condiciones puntuales permiten la coexistencia de ambas especies. Estas agrupaciones a menudo son producto de la intervención del hombre que ha sustituido la vegetación propia de la región por estos tipos de pinares que le reportan mayor cantidad de recursos explotables.

Los encinares de carrasca (Quercus ilex ssp rotundifolia) aparecen fundamentalmente formando pequeños rodales arbustivos de escasa entidad superficial, en exposiciones de solana o sobre sustratos rocosos o muy pobres. Igualmente es fácil encontrar pies aislados de porte arbóreo, dispuestos por la zona o en los fondos de valle de los ríos y barrancos más significativos. Cuando las condiciones se vuelven más extremas aparecen los coscojares (Quercus coccífera) y sabinares (Juníperus phoenicea) mejor adaptados a la falta de agua.

El quejigo (Quercus faginea) es igualmente escaso, ubicándose allí donde las condiciones edáficas y microclimáticas son más favorables. El bosque de rivera está formado por chopos (Populus migra), álamo blanco (Populus alba), olmos (Ulmus minor) y sauces (Salís sp). Como aspecto interesante cabe mencionar la presencia de buenos ejemplares de tejo (Taxus Baccata) y acebo (lex aquifolium) en algunos barrancos muy húmedos.


Comunidades vegetales más significativas:
  • El Pinar de Pino Carrasco (Pinus halipensis).
  • El pinar de pino laricio (Pinus nigra)
  • El pinar de pino silvestre (Pinus sylvestris)


Texto escrito por: Laura Ayora Sangüesa